08 febrero 2008

200 aniversario del 2 de mayo


Como en 2008 se cumplen 200 años del levantamiento del Dos de mayo (alzamiento popular que desencadenó la Guerra de la Independencia contra los franceses), las editoriales se lanzan a sacar libros sobre aquel día o aquella época. El más sonado para adultos ha sido Un día de cólera de Arturo Pérez Reverte.
Esto es un poco parecido al 500 aniversario de la muerte de Colón, celebrado en 2006, que provocó la publicación de numerosos libros al respecto. Quizá acabemos saturados de tan magnos eventos.
En cuanto a la literatura infantil y juvenil, de momento sé que han aparecido los siguientes, pero como seguro que aparecerán más, iré actualizando el tema.

- 1808. Los cañones de Zaragoza. Fernando Lalana y José Mª Almárcegui Alfaguara. Serie Roja.
Mayo de 1808. Una escuadra de artilleros mercenarios parte de Venecia hacia Zaragoza para cumplir con un singular encargo del Conde de Fuenclara. Pero no menos misterioso resulta ser el verdadero motivo que ha llevado a los jefes de la squadra a aceptar aquel trabajo: encontrar el secreto para fabricar los mejores cañones del mundo, que dicen proceder de Zaragoza.
Todos sus planes sufrirán un vuelco inesperado con el asalto a la ciudad por las tropas de Napoleón.
En esta emocionante novela del primero de los “Sitios de Zaragoza” se mezclan acciones audaces, heroísmo, intrigas y una maravillosa historia de amor con Agustina de Aragón de protagonista.

- La Pepa. 1808-1812 Tiempos de Constitución. Mª Isabel Molina. Alfaguara. Serie Azul.
Josefa, con doce años recién cumplidos, llega a Cádiz desde la colonia de Alta California para vivir con su hermanastro, al que no conoce. Allí, interesada por el momento histórico que está viviendo, ayudará a su hermano contra los franceses, la secuestrarán unos bandoleros y colaborará con los guerrilleros. Al final, asistirá a la proclamación de la Constitución, el 19 de marzo de 1812.

- Goya y el Dos de Mayo. Fernando Marías. Anaya.
El 2 de mayo de 1808 el pueblo de Madrid se levantó contra el ejército de Napoleón. Mientras los madrileños se enfrentaban a los franceses, Goya se dirigía a la escuela de sordomudos para enseñar pintura a los niños. Debido a su sordera no podía escuchar el ruido de los enfrentamientos en las calles. Gracias a la ayuda de Ana, una criada a la que quería retratar, Goya logró ponerse a salvo. Las imágenes de aquella guerra permanecieron en su memoria y años después motivaron sus cuadros. Un relato de ficción sobre la figura del pintor.

Gracias, entre otros, al blog de Pizca de papel.

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